NARRATOR:
Maiastra, un pájaro sobrenatural con poderes mágicos de la tradición folclórica rumana, inspiró esta obra de Constantin Brancusi y sus otras esculturas expuestas en las inmediaciones. Pero aquí no vemos plumas, ni garras, ni pico. Pájaro en el espacio es el estudio —o la ilusión— del vuelo en sí mismo.
Harry Cooper, curador y director de arte moderno.
HARRY COOPER:
La forma de bronce se eleva despacio, curvándose, achicándose una vez y volviéndose a hinchar, estrechándose nuevamente con un pequeño bisel y terminando en la parte superior con un acabado algo afilado. Parece no tener fin. Parece como si pudiera continuar. Solo se sigue achicando.
NARRATOR:
A lo largo de aproximadamente veinte años, Brancusi produjo varias obras sobre este tema, algunas en mármol, algunas en un bronce muy pulido, como se ve aquí. La superficie brillante del bronce hace que la escultura prácticamente desaparezca a medida que uno se encuentra observando su propio reflejo y el de la sala que lo rodea.
Igualmente importante para Brancusi era la base de la escultura.
HARRY COOPER:
¿Dónde termina la escultura? No tiene solo un pedestal sino dos, y esto es algo que Brancusi hizo y que fue muy importante: tomar la base, el pedestal, el plinto, que siempre había sido algo utilitario, algo semejante al marco de una pintura, y hacerlo formar parte de la escultura. Se desdibuja la línea que separaba la escultura y su base.